En el MWC 2016 se presentó la tablet Aquaris M10 Ubuntu Edition. Esta tableta tiene el mismo hardware que la M10 con Android. De modo que no debería haber ningún problema en instalar Ubuntu en la versión «normal», la realidad no es esa. Una persona con la M10 Ubuntu Edition puede instalar Android, pero al revés no. ¿Por qué?
Todo parece indicar un problema de licencias. Es todo un sinsentido y a nivel técnico es totalmente posible. La cuestión es que el S.O. de Ubuntu que poseen las tablets M10 se hace en colaboración con la empresa Canonical (dueña de Ubuntu) y, al menos de momento, no permite que su sistema sea instalado en otras tabletas que no sean las «Ubuntu Edition» por muy compatibles que sean.
En cambio, al revés es posible porque BQ posee los derechos de Android en todos sus dispositivos y, al no existir diferencias de hardware, permite a los usuarios de una M10 Ubuntu Edition instalar Android sin ningún problema.
Desde luego es una situación algo ilógica y que se debe a temas burocráticos. Desde mi punto de vista, un error muy grande por parte de Canonical ya que Ubuntu no es un sistema operativo con tanta relevancia como para ponerse exquisitos y limitar su instalación; además, que va en contra de la filosofía de software libre, que debería poder instalarse en cuantos más dispositivos mejor.
En fin, solo queda esperar a que desde la marca inglesa, permitan a BQ la instalación de Ubuntu en cualquier tablet M10. Ese día, estaremos aquí para ver como funciona y hacer su correspondiente análisis.
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